redfox666
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- Oct 16, 2023
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Hola hermanos/as,
Recientemente he leido el libro sobre el trauma "El cuerpo lleva la cuenta", y he subrayado algunas partes que me parecen clave para identificar el trauma y las que aportan soluciones, que yo mismo estoy poniendo en práctica. Más adelante me gustaría dar más detalles sobre esto.
Hail Satan!
Hail Valefor!
El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la sanación del trauma (Spanish Edition)
Bessel van der Kolk (M.D.)
1. LECCIONES DE LOS VETERANOS DE VIETNAM
la respuesta de un ser humano normal ante un estímulo ambiguo es usar la imaginación para leer algo a partir de él.
Sin imaginación, no hay esperanza, no hay posibilidad de contemplar un futuro mejor, no hay sitio adonde ir, no hay objetivo que alcanzar.
2. REVOLUCIONES EN EL CONOCIMIENTO DE LA MENTE Y DEL CEREBRO
El miedo y la aversión, de un modo perverso, pueden transformarse en placer.
6. PERDER NUESTRO CUERPO, PERDERNOS A NOSOTROS MISMOS
Como a la gente traumatizada suele costarle percibir lo que sucede en su cuerpo, carece de una respuesta matizada ante la frustración. Reaccionan ante el estrés quedándose «atontados» o bien con una rabia excesiva.
7. PONERSE EN LA MISMA LONGITUD DE ONDA: APEGO Y SINTONIZACIÓN
1984 de George Orwell, que expresa brillantemente cómo se puede inducir a los seres humanos a sacrificar todo lo que consideran querido y verdadero (incluida la percepción de sí mismos) con tal de ser amados y recibir la aprobación de alguien que está en una posición de autoridad.
La disociación significa simultáneamente saber y no saber.
11. DESTAPAR LOS SECRETOS: EL PROBLEMA DEL RECUERDO TRAUMÁTICO
Si el problema con el TEPT es la disociación, el objetivo del tratamiento sería la asociación: integrar los elementos recortados del trauma en la narración continua de la vida, para que el cerebro pueda reconocer que «aquello era antes, y esto es ahora».
13. SUPERAR EL TRAUMA: SER DUEÑOS DE NOSOTROS MISMOS
Para la mayoría de las personas, ello implica: (1) encontrar el modo de permanecer tranquilos y centrados, (2) aprender a mantener esta calma ante imágenes, pensamientos, sonidos o sensaciones físicas que nos recuerdan el pasado, (3) encontrar el modo de estar completamente vivos en el presente interactuando con las personas que nos rodean, (4) no tener que guardar secretos sobre 196 nosotros mismos, incluyendo secretos sobre las cosas que nos han permitido sobrevivir.
Para recuperar el control sobre nosotros mismos, debemos retomar el trauma: tarde o temprano, deberemos enfrentarnos a lo que nos ha sucedido, pero solo cuando nos sintamos seguros y cuando no nos vuelva a traumatizar. La primera consigna es encontrar el modo de manejar la agitación provocada por las sensaciones y las emociones asociadas con el pasado.
Superar el trauma significa recuperar el funcionamiento ejecutivo y, con él, la autoconfianza y la capacidad de diversión y creatividad.
14. LENGUAJE: MILAGRO Y TIRANÍA
Desde entonces, la neurociencia ha demostrado que tenemos dos tipos de autoconocimiento diferentes: uno que rastrea nuestro yo en el tiempo y otro que registra al yo en el momento presente.
escribir sobre acontecimientos angustiantes mejora la salud física y mental.
Un problema distinto es cuando las propias víctimas de un trauma se vuelven literalmente mudas, cuando el área del cerebro relativa al lenguaje deja de funcionar.
Otros intentan contar su historia de un modo que les impida desencadenar ninguna reacción. Esto puede hacerles pasar por testigos evasivos y poco fiables.
No evitamos confrontar los detalles, pero enseñamos a nuestros pacientes a sumergir de forma segura un dedo en el agua y a sacarlo después, haciendo así frente a la realidad de manera gradual.
Para algunos pacientes, tocar los puntos de acupresión es un buen sostén. 23 A otros les pido que sientan el peso de su cuerpo en la silla o que planten los pies en el suelo. Puedo pedir a un paciente que está cayendo en el silencio que vea lo que sucede cuando se sienta recto. Algunos pacientes descubren sus propias islas de seguridad, empiezan a «captar» que pueden crear sensaciones corporales para contrarrestar la sensación de pérdida de control. Esto allana el camino para la resolución del trauma: pendular entre estados de exploración y de seguridad, entre lenguaje y cuerpo, entre recordar el pasado y sentirse vivo en el presente.
La razón por la que a la gente le agobia contar sus historias, y el motivo por el que tienen flashbacks cognitivos, es que su cerebro ha cambiado.
Más bien, «el trauma psíquico (o más concretamente el recuerdo del trauma) actúa como un cuerpo extraño que mucho después de su entrada debe seguir considerándose como un agente que sigue actuando».
Como hemos visto, el trauma interfiere con el funcionamiento adecuado de las áreas del cerebro que manejan e interpretan la experiencia. La percepción robusta de uno mismo, una que permita a una persona decir con seguridad «Esto es lo que pienso y lo que siento» y «Esto es lo que me está pasando», depende de una interacción saludable y dinámica entre esas áreas.
Ser constantemente asaltados por las sensaciones corporales pero estar conscientemente alejados de su origen provoca alexitimia: la incapacidad de sentir y de comunicar lo que nos pasa.
Solo entrando en contacto con nuestro cuerpo, conectando instintivamente con nuestro yo, podemos volver a sentir quiénes somos, nuestras prioridades y nuestros valores.
La alexitimia, la disociación y la desconexión afectan a las estructuras cerebrales que nos permiten centrarnos, saber qué sentimos y emprender acciones para protegernos.
el trauma hace que la gente se sienta como si fuera otra persona, o nadie.
Para superar el trauma, necesitamos ayuda para recuperar el contacto con nuestro cuerpo, con nosotros mismos.
No hay duda de que el lenguaje es esencial: nuestra sensación de Yo depende de ser capaces de organizar nuestros recuerdos en un todo coherente. Esto requiere conexiones funcionales entre el cerebro consciente y el sistema corporal del yo, unas conexiones que suelen verse dañadas por el trauma. Solo se puede contar la historia completa después de que estas estructuras se hayan reparado y de que se haya realizado el trabajo de base: después de que el nadie se convierta en alguien.
15. LIBERAR EL PASADO: EMDR
A diferencia de las fobias (como la fobia a las arañas, basada en un miedo irracional específico), el estrés postraumático es el resultado de una reorganización fundamental del sistema nervioso central basado en el hecho de haber experimentado una amenaza real de aniquilación (o ver a otra persona aniquilada), que reorganiza la experiencia propia (como inútil) y la interpretación de la realidad (el mundo entero es un lugar peligroso).
Sabemos que el Prozac tiene un efecto sobre la serotonina, pero si sus niveles suben o bajan, y en qué células cerebrales, y por qué hace que la gente tenga menos miedo, sigue sin estar claro.
16. APRENDER A VIVIR EN NUESTRO CUERPO: YOGA
Respiré con ella y le pedí que siguiera mi ejemplo, levantando con cuidado los brazos lateralmente al inspirar y bajándolos al espirar, una técnica de qigong
Las personas traumatizadas deben aprender que pueden tolerar sus sensaciones, hacerse amigas de sus experiencias interiores y cultivar nuevos patrones de acción.
Cuando empezamos a considerar nuestro cuerpo con curiosidad en lugar de con miedo, todo cambia.
17. UNIR LAS PIEZAS: AUTOLIDERAZGO
Es mucho más productivo ver la agresividad o la depresión, la arrogancia o la pasividad como comportamientos aprendidos: en algún momento, el paciente acabó creyendo que solo podía sobrevivir siendo duro, invisible o estando ausente, o que era más seguro rendirse.
Pero la mayoría de los supervivientes, hasta los que están funcionando bien (incluso de un modo brillante) en algunos aspectos de su vida se enfrentan a otro reto, incluso mayor: reconfigurar un sistema cerebral/mental que fue construido para lidiar con lo peor.
Carl Jung escribió: «La psique es un sistema autorregulador que mantiene su equilibrio igual que lo mantiene el cuerpo». 4 «El estado natural de la psique humana consiste en los empujones de sus componentes y en su comportamiento contradictorio», 5 y «la reconciliación de esos opuestos es un gran problema. Por lo tanto, el adversario no es otro que “el otro en mí”».
19. REPROGRAMAR EL CEREBRO: NEUROFEEDBACK
información. Los patrones de las ondas cerebrales podrían explicar por qué a tantas personas traumatizadas les cuesta tanto aprender de la experiencia e implicarse por completo en su vida diaria. Su cerebro no está organizado para prestar atención a lo que sucede en el momento presente.
En la segunda mañana de la formación, trabajando en parejas con mi compañero Michael, le coloqué un electrodo en el lado de derecho de la cabeza, directamente sobre la franja sensoriomotriz de su cerebro, y recompensé la frecuencia de once a catorce hercios. Poco después de que terminara la sesión, Michael pidió la atención del grupo. Acababa de tener una experiencia extraordinaria, nos dijo. Siempre se 303 había sentido nervioso e inseguro ante la presencia de otras personas, incluso de compañeros como nosotros. Aunque nadie parecía darse cuenta (al fin y al cabo, era un terapeuta muy respetado) vivía con una sensación de peligro crónica y constante.
Las ondas delta, las frecuencias más lentas (2-5 Hz) suelen verse sobre todo durante el sueño. El cerebro está en un estado inactivo, y la mente está introspectiva. Si las personas tienen una actividad de ondas demasiado lenta mientras están despiertas, tienen el pensamiento nublado y muestran poco raciocinio y poco control de los impulsos. El 80 % de los niños con TDAH y muchas personas diagnosticadas con TEPT tienen ondas excesivamente lentas en los lóbulos frontales.
Subrayado (azul) - Posición 6373
Las ondas beta son las frecuencias más rápidas (13-20 Hz). Cuando predominan, el cerebro está orientado hacia el mundo exterior. Las ondas beta nos permite tener una atención focalizada mientras realizamos una tarea. Sin embargo, las beta superiores (más de 20 Hz) están asociadas con la agitación, la ansiedad y la tensión corporal (efectivamente, estamos examinando constantemente el entorno en busca de peligro).
Nuestra investigación ha mostrado que calmar el centro del miedo reduce los problemas relacionados con el trauma y mejora el funcionamiento ejecutivo.
Otro grupo, sin embargo, reacciona en exceso ante sonidos y luces, señal de que al tálamo le cuesta filtrar la información relevante.
Los malos tratos crónicos y el abandono en la infancia interfieren con la correcta programación de los sistemas de integración sensorial. En algunos casos, ello genera un trastorno de aprendizaje, que incluye malas conexiones entre los sistemas auditivos y de procesamiento de las palabras, y una mala coordinación entre las manos y la vista.
20. ENCONTRAR NUESTRA VOZ: RITMOS COMUNITARIOS Y TEATRO
Poder actuar se convierte en la cuestión crítica: la competencia es la mejor defensa contra la impotencia del trauma.
EPÍLOGO: ELECCIONES QUE HAY QUE TOMAR
Los avances en la neurociencia nos han permitido comprender mejor cómo el trauma cambia el desarrollo cerebral, la autorregulación y la capacidad de mantenernos centrados y sincronizados con los demás. Las sofisticadas técnicas de diagnóstico por imagen han identificado el origen del TEPT en el cerebro, de modo que ahora entendemos por qué la gente traumatizada se desconecta, por qué les molestan las luces y los sonidos, y por qué pueden explotar o retraerse como respuesta ante la menor provocación.
Las personas pueden aprender a controlar y a cambiar su comportamiento, pero solo cuando se sienten suficientemente seguras para experimentar con nuevas soluciones. El cuerpo lleva la cuenta: si el trauma está codificado en el latido cardiaco y en las sensaciones que notamos en la tripa, nuestra primera prioridad es ayudar a la gente a salir del estado de lucha o huida, a reorganizar su percepción del peligro y a gestionar sus relaciones.
Nuestro creciente uso de fármacos para tratar estas patologías no aborda los problemas reales: ¿con qué están intentando lidiar estos pacientes? ¿Qué recursos internos o externos tienen? ¿Cómo logran calmarse? ¿Mantienen una relación de afecto con su cuerpo, y qué hacen para cultivar una sensación física de poder, vitalidad y relajación? ¿Mantienen interacciones dinámicas
Subrayado (rosa) - Posición 6955
con otras personas? ¿Quién los conoce, los ama y los cuida realmente? ¿Con quién pueden contar cuando están asustados, cuando sus hijos están enfermos o cuando ellos mismos están enfermos? ¿Son miembros de alguna comunidad, y desempeñan papeles vitales en la vida de las personas que los rodean? ¿Qué aptitudes concretas necesitan para centrarse, prestar atención y tomar decisiones? ¿Tienen un propósito en la vida? ¿En qué son buenos? ¿Cómo podemos ayudarles a sentirse a cargo de su vida?
Las personas que se sienten seguras y significativamente conectadas con los demás tienen pocos motivos para derrochar su vida consumiendo drogas o aturdidas delante del televisor; no se ven empujadas a atiborrarse de carbohidratos ni a atacar a los demás seres humanos.
Sabemos que una de las principales razones de consumir drogas habitualmente en los adolescentes es que no pueden soportar las sensaciones físicas que indican miedo, rabia e impotencia.
Niños y adultos necesitan experimentar lo gratificante que es trabajar al límite de sus capacidades.
El trauma nos confronta constantemente con nuestra fragilidad y con la inhumanidad del ser humano hacia otros seres humanos, pero también con nuestra extraordinaria resiliencia.
Recientemente he leido el libro sobre el trauma "El cuerpo lleva la cuenta", y he subrayado algunas partes que me parecen clave para identificar el trauma y las que aportan soluciones, que yo mismo estoy poniendo en práctica. Más adelante me gustaría dar más detalles sobre esto.
Hail Satan!
Hail Valefor!
El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la sanación del trauma (Spanish Edition)
Bessel van der Kolk (M.D.)
1. LECCIONES DE LOS VETERANOS DE VIETNAM
la respuesta de un ser humano normal ante un estímulo ambiguo es usar la imaginación para leer algo a partir de él.
Sin imaginación, no hay esperanza, no hay posibilidad de contemplar un futuro mejor, no hay sitio adonde ir, no hay objetivo que alcanzar.
2. REVOLUCIONES EN EL CONOCIMIENTO DE LA MENTE Y DEL CEREBRO
El miedo y la aversión, de un modo perverso, pueden transformarse en placer.
6. PERDER NUESTRO CUERPO, PERDERNOS A NOSOTROS MISMOS
Como a la gente traumatizada suele costarle percibir lo que sucede en su cuerpo, carece de una respuesta matizada ante la frustración. Reaccionan ante el estrés quedándose «atontados» o bien con una rabia excesiva.
7. PONERSE EN LA MISMA LONGITUD DE ONDA: APEGO Y SINTONIZACIÓN
1984 de George Orwell, que expresa brillantemente cómo se puede inducir a los seres humanos a sacrificar todo lo que consideran querido y verdadero (incluida la percepción de sí mismos) con tal de ser amados y recibir la aprobación de alguien que está en una posición de autoridad.
La disociación significa simultáneamente saber y no saber.
11. DESTAPAR LOS SECRETOS: EL PROBLEMA DEL RECUERDO TRAUMÁTICO
Si el problema con el TEPT es la disociación, el objetivo del tratamiento sería la asociación: integrar los elementos recortados del trauma en la narración continua de la vida, para que el cerebro pueda reconocer que «aquello era antes, y esto es ahora».
13. SUPERAR EL TRAUMA: SER DUEÑOS DE NOSOTROS MISMOS
Para la mayoría de las personas, ello implica: (1) encontrar el modo de permanecer tranquilos y centrados, (2) aprender a mantener esta calma ante imágenes, pensamientos, sonidos o sensaciones físicas que nos recuerdan el pasado, (3) encontrar el modo de estar completamente vivos en el presente interactuando con las personas que nos rodean, (4) no tener que guardar secretos sobre 196 nosotros mismos, incluyendo secretos sobre las cosas que nos han permitido sobrevivir.
Para recuperar el control sobre nosotros mismos, debemos retomar el trauma: tarde o temprano, deberemos enfrentarnos a lo que nos ha sucedido, pero solo cuando nos sintamos seguros y cuando no nos vuelva a traumatizar. La primera consigna es encontrar el modo de manejar la agitación provocada por las sensaciones y las emociones asociadas con el pasado.
Superar el trauma significa recuperar el funcionamiento ejecutivo y, con él, la autoconfianza y la capacidad de diversión y creatividad.
14. LENGUAJE: MILAGRO Y TIRANÍA
Desde entonces, la neurociencia ha demostrado que tenemos dos tipos de autoconocimiento diferentes: uno que rastrea nuestro yo en el tiempo y otro que registra al yo en el momento presente.
escribir sobre acontecimientos angustiantes mejora la salud física y mental.
Un problema distinto es cuando las propias víctimas de un trauma se vuelven literalmente mudas, cuando el área del cerebro relativa al lenguaje deja de funcionar.
Otros intentan contar su historia de un modo que les impida desencadenar ninguna reacción. Esto puede hacerles pasar por testigos evasivos y poco fiables.
No evitamos confrontar los detalles, pero enseñamos a nuestros pacientes a sumergir de forma segura un dedo en el agua y a sacarlo después, haciendo así frente a la realidad de manera gradual.
Para algunos pacientes, tocar los puntos de acupresión es un buen sostén. 23 A otros les pido que sientan el peso de su cuerpo en la silla o que planten los pies en el suelo. Puedo pedir a un paciente que está cayendo en el silencio que vea lo que sucede cuando se sienta recto. Algunos pacientes descubren sus propias islas de seguridad, empiezan a «captar» que pueden crear sensaciones corporales para contrarrestar la sensación de pérdida de control. Esto allana el camino para la resolución del trauma: pendular entre estados de exploración y de seguridad, entre lenguaje y cuerpo, entre recordar el pasado y sentirse vivo en el presente.
La razón por la que a la gente le agobia contar sus historias, y el motivo por el que tienen flashbacks cognitivos, es que su cerebro ha cambiado.
Más bien, «el trauma psíquico (o más concretamente el recuerdo del trauma) actúa como un cuerpo extraño que mucho después de su entrada debe seguir considerándose como un agente que sigue actuando».
Como hemos visto, el trauma interfiere con el funcionamiento adecuado de las áreas del cerebro que manejan e interpretan la experiencia. La percepción robusta de uno mismo, una que permita a una persona decir con seguridad «Esto es lo que pienso y lo que siento» y «Esto es lo que me está pasando», depende de una interacción saludable y dinámica entre esas áreas.
Ser constantemente asaltados por las sensaciones corporales pero estar conscientemente alejados de su origen provoca alexitimia: la incapacidad de sentir y de comunicar lo que nos pasa.
Solo entrando en contacto con nuestro cuerpo, conectando instintivamente con nuestro yo, podemos volver a sentir quiénes somos, nuestras prioridades y nuestros valores.
La alexitimia, la disociación y la desconexión afectan a las estructuras cerebrales que nos permiten centrarnos, saber qué sentimos y emprender acciones para protegernos.
el trauma hace que la gente se sienta como si fuera otra persona, o nadie.
Para superar el trauma, necesitamos ayuda para recuperar el contacto con nuestro cuerpo, con nosotros mismos.
No hay duda de que el lenguaje es esencial: nuestra sensación de Yo depende de ser capaces de organizar nuestros recuerdos en un todo coherente. Esto requiere conexiones funcionales entre el cerebro consciente y el sistema corporal del yo, unas conexiones que suelen verse dañadas por el trauma. Solo se puede contar la historia completa después de que estas estructuras se hayan reparado y de que se haya realizado el trabajo de base: después de que el nadie se convierta en alguien.
15. LIBERAR EL PASADO: EMDR
A diferencia de las fobias (como la fobia a las arañas, basada en un miedo irracional específico), el estrés postraumático es el resultado de una reorganización fundamental del sistema nervioso central basado en el hecho de haber experimentado una amenaza real de aniquilación (o ver a otra persona aniquilada), que reorganiza la experiencia propia (como inútil) y la interpretación de la realidad (el mundo entero es un lugar peligroso).
Sabemos que el Prozac tiene un efecto sobre la serotonina, pero si sus niveles suben o bajan, y en qué células cerebrales, y por qué hace que la gente tenga menos miedo, sigue sin estar claro.
16. APRENDER A VIVIR EN NUESTRO CUERPO: YOGA
Respiré con ella y le pedí que siguiera mi ejemplo, levantando con cuidado los brazos lateralmente al inspirar y bajándolos al espirar, una técnica de qigong
Las personas traumatizadas deben aprender que pueden tolerar sus sensaciones, hacerse amigas de sus experiencias interiores y cultivar nuevos patrones de acción.
Cuando empezamos a considerar nuestro cuerpo con curiosidad en lugar de con miedo, todo cambia.
17. UNIR LAS PIEZAS: AUTOLIDERAZGO
Es mucho más productivo ver la agresividad o la depresión, la arrogancia o la pasividad como comportamientos aprendidos: en algún momento, el paciente acabó creyendo que solo podía sobrevivir siendo duro, invisible o estando ausente, o que era más seguro rendirse.
Pero la mayoría de los supervivientes, hasta los que están funcionando bien (incluso de un modo brillante) en algunos aspectos de su vida se enfrentan a otro reto, incluso mayor: reconfigurar un sistema cerebral/mental que fue construido para lidiar con lo peor.
Carl Jung escribió: «La psique es un sistema autorregulador que mantiene su equilibrio igual que lo mantiene el cuerpo». 4 «El estado natural de la psique humana consiste en los empujones de sus componentes y en su comportamiento contradictorio», 5 y «la reconciliación de esos opuestos es un gran problema. Por lo tanto, el adversario no es otro que “el otro en mí”».
19. REPROGRAMAR EL CEREBRO: NEUROFEEDBACK
información. Los patrones de las ondas cerebrales podrían explicar por qué a tantas personas traumatizadas les cuesta tanto aprender de la experiencia e implicarse por completo en su vida diaria. Su cerebro no está organizado para prestar atención a lo que sucede en el momento presente.
En la segunda mañana de la formación, trabajando en parejas con mi compañero Michael, le coloqué un electrodo en el lado de derecho de la cabeza, directamente sobre la franja sensoriomotriz de su cerebro, y recompensé la frecuencia de once a catorce hercios. Poco después de que terminara la sesión, Michael pidió la atención del grupo. Acababa de tener una experiencia extraordinaria, nos dijo. Siempre se 303 había sentido nervioso e inseguro ante la presencia de otras personas, incluso de compañeros como nosotros. Aunque nadie parecía darse cuenta (al fin y al cabo, era un terapeuta muy respetado) vivía con una sensación de peligro crónica y constante.
Las ondas delta, las frecuencias más lentas (2-5 Hz) suelen verse sobre todo durante el sueño. El cerebro está en un estado inactivo, y la mente está introspectiva. Si las personas tienen una actividad de ondas demasiado lenta mientras están despiertas, tienen el pensamiento nublado y muestran poco raciocinio y poco control de los impulsos. El 80 % de los niños con TDAH y muchas personas diagnosticadas con TEPT tienen ondas excesivamente lentas en los lóbulos frontales.
Subrayado (azul) - Posición 6373
Las ondas beta son las frecuencias más rápidas (13-20 Hz). Cuando predominan, el cerebro está orientado hacia el mundo exterior. Las ondas beta nos permite tener una atención focalizada mientras realizamos una tarea. Sin embargo, las beta superiores (más de 20 Hz) están asociadas con la agitación, la ansiedad y la tensión corporal (efectivamente, estamos examinando constantemente el entorno en busca de peligro).
Nuestra investigación ha mostrado que calmar el centro del miedo reduce los problemas relacionados con el trauma y mejora el funcionamiento ejecutivo.
Otro grupo, sin embargo, reacciona en exceso ante sonidos y luces, señal de que al tálamo le cuesta filtrar la información relevante.
Los malos tratos crónicos y el abandono en la infancia interfieren con la correcta programación de los sistemas de integración sensorial. En algunos casos, ello genera un trastorno de aprendizaje, que incluye malas conexiones entre los sistemas auditivos y de procesamiento de las palabras, y una mala coordinación entre las manos y la vista.
20. ENCONTRAR NUESTRA VOZ: RITMOS COMUNITARIOS Y TEATRO
Poder actuar se convierte en la cuestión crítica: la competencia es la mejor defensa contra la impotencia del trauma.
EPÍLOGO: ELECCIONES QUE HAY QUE TOMAR
Los avances en la neurociencia nos han permitido comprender mejor cómo el trauma cambia el desarrollo cerebral, la autorregulación y la capacidad de mantenernos centrados y sincronizados con los demás. Las sofisticadas técnicas de diagnóstico por imagen han identificado el origen del TEPT en el cerebro, de modo que ahora entendemos por qué la gente traumatizada se desconecta, por qué les molestan las luces y los sonidos, y por qué pueden explotar o retraerse como respuesta ante la menor provocación.
Las personas pueden aprender a controlar y a cambiar su comportamiento, pero solo cuando se sienten suficientemente seguras para experimentar con nuevas soluciones. El cuerpo lleva la cuenta: si el trauma está codificado en el latido cardiaco y en las sensaciones que notamos en la tripa, nuestra primera prioridad es ayudar a la gente a salir del estado de lucha o huida, a reorganizar su percepción del peligro y a gestionar sus relaciones.
Nuestro creciente uso de fármacos para tratar estas patologías no aborda los problemas reales: ¿con qué están intentando lidiar estos pacientes? ¿Qué recursos internos o externos tienen? ¿Cómo logran calmarse? ¿Mantienen una relación de afecto con su cuerpo, y qué hacen para cultivar una sensación física de poder, vitalidad y relajación? ¿Mantienen interacciones dinámicas
Subrayado (rosa) - Posición 6955
con otras personas? ¿Quién los conoce, los ama y los cuida realmente? ¿Con quién pueden contar cuando están asustados, cuando sus hijos están enfermos o cuando ellos mismos están enfermos? ¿Son miembros de alguna comunidad, y desempeñan papeles vitales en la vida de las personas que los rodean? ¿Qué aptitudes concretas necesitan para centrarse, prestar atención y tomar decisiones? ¿Tienen un propósito en la vida? ¿En qué son buenos? ¿Cómo podemos ayudarles a sentirse a cargo de su vida?
Las personas que se sienten seguras y significativamente conectadas con los demás tienen pocos motivos para derrochar su vida consumiendo drogas o aturdidas delante del televisor; no se ven empujadas a atiborrarse de carbohidratos ni a atacar a los demás seres humanos.
Sabemos que una de las principales razones de consumir drogas habitualmente en los adolescentes es que no pueden soportar las sensaciones físicas que indican miedo, rabia e impotencia.
Niños y adultos necesitan experimentar lo gratificante que es trabajar al límite de sus capacidades.
El trauma nos confronta constantemente con nuestra fragilidad y con la inhumanidad del ser humano hacia otros seres humanos, pero también con nuestra extraordinaria resiliencia.